(Fandangos)
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| EMI-ODEÓN (Año 1954) |
No alardes del
dinero
porque te veas en la opulencia,
no alardes del
dinero
porque está la
providencia
que actúa de
juez severo
para el facto de
conciencia
Yo me la
encontré en la calle
como una mujer
cualquiera,
yo me la
encontré en la calle
y resultó ser
tan buena
que no hay en el
mundo
caudales que me
separen de ella.
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